Cayce Zavaglia nació en Valparaíso, Indiana. Sus obras, si no las conocías, te resultarán sorprendentes: por el material utilizado, por la técnica tan perfeccionada, por el hiperrealismo de las imágenes... En definitiva, un trabajo magnífico.
Se considera una pintora y le resulta difícil no catalogar a estos retratos bordados como pinturas, aunque el medio empleado diste mucho de ellas. El material con el que trabaja no es otro que la lana, que va simulando la sensación de manchas de pigmento a lo largo y ancho del lienzo.
Al principio le resultó frustrante el hecho de tener que trabajar con colores preestablecidos muy limitados, pero poco a poco se fue haciendo con una técnica que le permitía simular un determinado tono.
Si observamos con detenimiento las imágenes creadas veremos que juega con el hilo de lana como si se tratase de un lápiz. El hilo no se sitúa en una única dirección, sino que varía su orientación en función del área a representar. En el retrato de la mujer madura, por ejemplo, tan sólo en la zona del cuello de la camiseta vemos una sucesión de líneas paralelas.
El proceso de creación comienza por la fotografía. Cayce suele sacar entre unas 100 y 150 fotografías por cada retrato, de las que posteriormente selecciona la mejor imagen que pasará a la lona. En ella trabaja con un hilo de bordar sobre tela de lino belga para crear cuadros que no son más grandes de los 20 x 25 cm.
Es realmente difícil pensar en que estos rostros están hechos con hilos, y que cada tono se corresponde con una línea nueva. La riqueza cromática de las imágenes provocan real admiración por esta apasionada de la artesanía, cuyo trabajo entraría en el concepto de pintura expandida.