Richard Clarkson, un diseñador que vive entre Nueva York y Nueva Zelanda ha creado una lámpara con forma de nube, pero más que ser una nube, es una nube que imita a una tormenta.
​
Esta lámpara-nube es controlada remotamente y utiliza sensores para detectar la presencia de los usuarios y crear un pequeño espectáculo de truenos y relámpagos.
​
Clarkson asegura que la lámpara cuenta con un potente sistema de altavoces con el que el usuario puede transmitir música a través de cualquier dispositivo compatible con Bluetooth.
​
La nube cambia y se adapta al color y brillo deseado. Además cuenta con modos alternativos, como uno reactivo de luz nocturna y la música.​
​