La industria que utiliza piel para fabricar accesorios requiere frecuentemente sólo del torso del animal, que provee el material más suave y de textura lisa. La diseñadora Victoria Ledig decidió no desperdiciar el noble material y creó la colección Precious Skin, en la que encontramos orejas, colas, patas o caras de vaca para producir los accesorios. Ledig encuentre en la imperfección de la textura el activo estético más importante de la colección, para no desaprovechar el material que se produce a partir de la muerte del animal. Honrarlo de alguna manera. Precious Skin se presentará en Self Unself, una exposición de la Academia de Diseño de Eindhoven, en Nueva York, del 8 al 11 de mayo.